El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un mensaje televisado desde la Casa Blanca en el que volvió a colocar a la migración como eje central de su narrativa política. 

Con un tono de intimidación, responsabilizó a los inmigrantes indocumentados de la supuesta pérdida de bienestar, seguridad y futuro del pueblo estadounidense, al tiempo que acusó a la administración anterior de haber gobernado en favor de “criminales profesionales y naciones extranjeras que se aprovecharon del país”.

Trump sostuvo que las administraciones previas “inundaron” ciudades y pueblos con migrantes indocumentados, destruyeron los ahorros de las familias trabajadoras y promovieron el adoctrinamiento de niños con odio hacia Estados Unidos.

Según el inquilino de la Casa Blanca, esa política habría liberado “niveles de delincuentes violentos nunca antes vistos” para depredar a la población y provocar una situación “horrible” en el mundo.

En su discurso, Trump aseguró que heredó “la peor frontera del mundo”  de manos de Joe Biden y alegó que en pocos meses logró convertirla en “la más fuerte de la historia del país”. 

El mandatario federal de los Estados Unidos aseguró que su gobierno está “deportando criminales” y devolviendo la seguridad a las ciudades más peligrosas. Incluso llegó a declarar que en los últimos siete meses “cero migrantes” han cruzado la frontera sur, una afirmación que no estuvo acompañada de datos verificables o pruebas sólidas, solo palabras.

La migración fue presentada como el principal factor del deterioro nacional de los Estados Unidos, claramente sin presentar pruebas nuevamente de lo dicho y sin mencionar los propios problemas culturales estadounidense.

Trump responsabilizó directamente a su antecesor, el demócrata Joe Biden, de haber permitido el ingreso masivo de migrantes indocumentados, a quienes vinculó nuevamente, sin pruebas, con elcrimen organizado, la violencia y la presión sobre los servicios públicos.

Además, aseguró que se está registrando una “migración inversa”, con personas no nacidas enEstados Unidosregresando a sus países de origen como resultado de las políticas que ha implementado.

Curiosamente no mencionó a Venezuela

A pesar de las recientes arremetidas mediáticas que el inquilino de la Casa Blanca tiene contra Venezuela, en esta oportunidad, Trump, no mencionó nada al respecto a la nación bolivariana.

De hecho, no comentó nada sobre sus planes de bloqueo, tampoco hizo muchos alardes sobre la situación política actual pero sí dio un pequeño guiño a su presunta lucha contra el narcotráfico.

“Las drogas introducidas en EE.UU. por océano y mar han disminuido ahora un 94 %”, afirmó Trump.

Dedicó un segmento para hablar de economía
Tras centrar su discurso en la migración, el presidente Donald Trump dedicó un amplio segmento a la economía.

“Estamos sacando a nuestra economía del borde de la ruina”, expresó, atribuyendo el aumento de precios a “niveles nunca antes vistos” al saqueo del tesoro público por parte de la administración anterior y sus aliados en el Congreso.

Según Trump, bajo su liderazgo se están disminuyendo los precios y esa mejora se reflejará en las carteras y cuentas bancarias de los ciudadanos a fin de año. “Yo estoy bajando esos precios altos y los estoy bajando muy rápido. Veamos los hechos”, insistió.

Nuevamente señaló a la administración de Biden argumentando que los acuerdos comerciales firmados durante esa presidencia fueron “los peores jamás firmados” y aseguró que en ese periodo el país era objeto de burlas en el mundo.

“Ya nadie se ríe”, afirmó, destacando que en los últimos once meses su administración ha aportado “más cambios positivos a Washington que cualquier otra en la historia de Estados Unidos”.

El discurso de Trumprefleja una estrategia política que combina la criminalización de los migrantes con un relato de recuperación económica, ambos sin ningún tipo de prueba sólida que respalde cada palabra positiva o negativa.

(Con información de Telesur)