Un ideal efímero

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Por Ismara Pérez Orosco(estudiante de Periodismo) | 19 junio, 2022 |
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La belleza duele/ fotografía de Yung Cheng Lin

Determinados cánones de belleza marcan el “último grito de la moda” en términos de apariencia. Tener labios gruesos, glúteos concisos, senos firmes, cabello largo y extremadamente lacio, uñas acrílicas; o en el caso de los chicos la llamada metrosexualidad: cejas, pecho, piernas perfectamente depilados, músculos llamativos y hasta algún que otro tipo de maquillaje.

Y no está mal poner atención a cómo lucimos, lo que nos queda bien, la pulcritud, incluso a la saludable actividad física… pero, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a sufrir por lograr cambios? No son pocas las personas que, a pesar de sentirse incómodos, apelan a técnicas riesgosas por el simple hecho de parecer casi “perfectos”.

Entre las consecuencias, se listan hongo en las uñas y daños al cuero cabelludo, mientras la inyección de productos como la silicona produce reacciones alérgicas, y si el líquido migra a otras partes del cuerpo puede causar dolor intenso.

Siempre se debe tener en cuenta que lo esencial es invisible a los ojos, como puede leerse en El Principito, y como diría una interesante frase que circula a menudo por nuestras redes: “la belleza importa solo los primeros 10 minutos, luego deberás tener algo más que ofrecer”.

Los valores que como ser humano nos identifican serán los que por justa ley de vida definen quien nos acompaña y “soporta”, no lo estético que es en definitiva efímero.

No hay nada de malo en presentarse tal y como uno es, aprender a aceptarnos, no perder nunca la esencia, rasgos que nos diferencien, tal vez ello esté en un cabello rizo, orgullo de la raza; o en uñas cortas, naturales que muestren la fineza de lo auténtico.

Apelar a medios de embellecimiento con medicina verde o procedimientos naturales harán nuestra vida menos cara, menos dolorosa y más saludable: para el crecimiento del cabello se utiliza el romero y la manzanilla, para darle brillo el aguacate, ¿y qué mejor que la práctica de ejercicios físicos para lograr una óptima calidad de vida y a la par fortalecer esos músculos?

Son simples consejos sin la utilización de químicos que no solo afectan nuestra salud, sino la de quienes nos rodean y el medio ambiente.

Kate Upton, modelo y actriz americana, no tiene prisa en quitarse su bigote del labio superior y refiere: “¿por qué avergonzarse de lo que es natural?” Durante su carrera Gal Godot se ha enfrentado repetidamente a las críticas por su pequeño busto, pero a la actriz no le interesa mucho ponerles oído.

La bulimia, anorexia y vigorexia (dismorfia muscular) no son las únicas enfermedades que encuentran en la aspiración a un canon de belleza un origen; otros padecimientos y comportamientos enfermizos laceran tanto la salud como el amor propio, un efímero ideal que puede costar la vida.

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