“A ver si te da un priapismo”

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Por Melitza Vargas | 26 febrero, 2022 |
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Entre los factores que desatan el priapismo viene aparejado con el consumo de alcohol y otras drogas/IMAGEN ILUSTRATIVA

Cuando este fin de semana tendremos otro encuentro con la profe Amalia y su grupo del noveno tres; otra vez, una de las expresiones de los chicos se hizo viral y encendió los bombillos rojos hasta de los adultos: “A ver si te da un priapismo”.

Así le dijo Leonardo en uno de los anteriores capítulos de la teleserie Calendario a Vladimir, quien quería ingerir pastillas para “durar” más en el sexo. Como muchas personas, el joven estudiante desconocía el riesgo de conseguir, de ese modo, una erección poco saludable.

El término se deriva de Príapo, el dios grecorromano, figura representada por un pequeño hombre barbudo, viejo y con un pene “talla extra”.  Se le atribuían poderes como la seducción, la fecundidad, el amor sexual y dones terapéuticos sobre las enfermedades genitales masculinas en general.

Las bibliografías revisadas concuerdan en que el priapismo es una condición patológica, cuyo rasgo principal lo constituyen las erecciones no deseadas que se prolongan más de cuatro horas; y se presentan sin apetito o estimulación sexual. El primer documento que menciona la afección data de 1616 y más de dos siglos después, en 1824, se describe un caso de ese tipo.

Una publicación difundida por el diario La Vanguardia, en junio del 2019, refiere que una erección ocurre en respuesta a la estimulación física o psicológica; y provoca que el miembro se llene de sangre y se endurezca total o parcialmente. Cuando la estimulación termina la sangre fluye hacia fuera y el órgano retorna a su estado flácido; pero en un caso de priapismo la rigidez persiste.

El padecimiento es más común en niños de entre cinco y diez años, y en adultos entre veinte y cincuenta años. En Estados Unidos afecta a cinco de cada 100 mil varones, según un estudio divulgado por la revista Journal of Urology en el 2013.

Aunque resulta poco común, suele ser muy doloroso y requiere atención clínica de urgencia para prevenir complicaciones crónicas; entre las que se encuentra, paradójicamente, la disfunción eréctil. Dicha consecuencia deriva secuelas psicosociales devastadoras para el individuo.

El priapismo isquémico se caracteriza por el máximo endurecimiento del cuerpo del pene y la flacidez del glande. La sangre no puede salir y, por tanto, demanda una intervención hospitalaria inmediata en la que drenan ese tejido líquido y administran medicamentos hasta que culmina la erección.

En contraste, en el priapismo no isquémico el órgano genital masculino puede estar erguido, pero no totalmente inflexible. En ese caso no hay riesgo próximo de afectación en los tejidos del miembro, la erección no siempre es dolorosa y con frecuencia desaparece sola.

El sitio web Mayo Clinic refiere que, en ambas situaciones si los métodos convencionales no surten efecto, se recurre a una cirugía, encaminada a redirigir la circulación sanguínea o a reparar daños en las arterias o tejidos, que se produzcan por una lesión en la zona.

Sin embargo, el priapismo no resulta exclusivo de los hombres, pues en las mujeres también se presenta y consiste en una hinchazón e inflamación continua y dolorosa del clítoris, que se denomina clitorismo.

Aunque las féminas que lo sufren necesitan ayuda médica para apaciguar la molestia, no se considera una emergencia riesgosa; ya que en esa área genital el peligro de que se formen coágulos de sangre es menor, porque posee mayor cantidad de conductos sanguíneos de entrada y salida.

La Revista Electrónica de Portales Médicos apunta que cerca del 35 % de los casos de priapismo se originan por cuestiones desconocidas, sobre todo en la edad sexual activa; y es típico de personas con historia de erecciones prolongadas durante la actividad sexual o en el sueño, que se resuelven de forma espontánea.

También figura como causa traumática de la médula espinal o de los centros nerviosos, leucemia, inflamación en la uretra, y diabetes. Así como del consumo de medicamentos antidepresivos para el control de la presión sanguínea y los tratamientos para la disfunción eréctil.

Además, otros factores que desatan el priapismo viene aparejado con el consumo de alcohol y otras drogas, en especial la marihuana, cocaína, heroína y el alcohol. Razón por la que resulta crucial no ingerir estupefacientes o abusar de las bebidas alcohólica.

Biológicamente el hombre está diseñado para que su erección dure un tiempo breve. Pretender alargar esa función mediante vías como ingerir medicamentos o inyectarse sustancias en los órganos sexuales, sin la previa prescripción de un especialista, lejos de acrecentar el disfrute puede resultar en un fatal desenlace.

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