Los bomberos trabajan por contener el fuego desde que comenzó el pasado 27 de octubre en el condado de Chayu, dentro de una zona montañosa y solo a tres kilómetros de distancia de dos aldeas.
Sin embargo, no han podido evaluar la situación en áreas de difícil acceso aunque se apoyan en drones para la observación aérea y además la persistencia del fenómeno obligó a más evacuaciones en las comunidades cercanas.
Un comandante de la brigada dijo a periodistas que condiciones como las laderas muy empinadas, caída constante de piedras, pocas reservas de agua, vegetación seca y vientos de gran intensidad son los principales obstáculos a las labores de los bomberos.
Las autoridades investigan en las causas del incendio y hasta ahora no reportan daños materiales, pero tampoco pudieron cuantificar los terrenos quemados en la última semana.