Yo era de los que me inflaba sanamente aquellos domingos. Vestido de uniforme, pasaba ratos junto a otros de mi edad custodiando unas cajas de cartón o de madera, en las cuales se acopiaba todo el sufragio de mi zona semirrural.
Disfrutaba al límite ver desfilar ante mí a los mayores del barrio y recibirlos con la mano derecha en la frente y un “¡votó!”, a toda voz.
#PorCuba: Requisitos para ejercer el derecho al voto
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Publicado por La Demajagua en viernes, 9 de marzo de 2018
Siempre disfruté el “madrugadazo”, el correteo en el patio de la escuela, la memorización de las biografías colocadas en la pared, el complot risueño por el cuento de algún elector trasnochado y la dulce merienda grupal de esos días de escrutinio.
Luego, a los 17 años, en la urna que antaño cuidé, me vino el primer aguijonazo a la conciencia: voté por primera vez. Comprendí a la sazón, cuando los niños hicieron el coro para saludarme, el peso tremendo del tiempo, que nos va colocando en el lugar antes inimaginable.
#PorCuba: ¿Quiénes tienen derecho a ser elegidos?
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Publicado por La Demajagua en viernes, 9 de marzo de 2018
Sin embargo, no reparé mucho en la trascendencia ciudadana de ese acto. ¿Qué representaba mi voto y el de otros miles que estábamos participando en esa “iniciación”? La inmadurez de entonces no me permitió comprenderlo.
Ese es uno de los retos de estos comicios generales del 11 de marzo: que los pinos nuevos, los más de 38 mil de todo el país -ocho mil 631 en Granma- que elegirán por primera ocasión, entiendan en verdad la dimensión de ese ejercicio, su significado inmenso.
Casi siempre que se tocan las cuestiones vinculadas a las elecciones cubanas hay una profundización en las cifras y los porcentajes, las comparaciones con el pasado reciente o lejano, la superioridad de nuestra democracia y los pasos del proceso: desde la creación de las comisiones electorales hasta la conformación oficial de los órganos gubernamentales.
Sin embargo, no abordamos enteramente tópicos relacionados con la psicología del votante, su instrucción sobre la Ley electoral, sus esperanzas, incentivos o inquietudes con los sufragios.
#PorCuba: ¿Cómo se desarrolla el proceso de nominación de los candidatos a delegados?
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Publicado por La Demajagua en viernes, 9 de marzo de 2018
Esa elección de los primerizos vale tanto que es la puerta para entrar a las discusiones del Parlamento, a los debates de la Asamblea provincial, a la verdadera vida política de la nación. Resulta el primer entrenamiento para analizar de dónde viene la democracia o qué es democrático o no en este mundo lleno de publicitadas “libertades”.
¿Cómo comprender de qué cantera nace el Consejo de Estado, la Asamblea Nacional o la Asamblea provincial si acudiéramos a un colegio electoral de manera automática?
Esa boleta depositada por primera vez es la mano levantada por un sueño, aunque discrepemos de formas y métodos todavía perfectibles; es la continuidad de un camino iniciado por nuestros padres y abuelos, es darle más cuerpo a la felicidad de la infancia cuando cuidábamos las urnas. También resulta un aporte en el afán de que no nos arranquen los pedazos desde una latitud cercana, un grito simbólico por una bandera y por cumplir los mandamientos que nos dejaron los patricios de esta tierra.
Tal verdad tendremos que seguir explicándola a los más bisoños, aun después que elijan este 11 de marzo, para que no fallen ni se dejen raptar por toques de flauta, ajenos a las andanzas de aquellos deliciosos domingos de “¡votó!”.