
“La educación es una herramienta poderosa que transforma vidas”, afirma Yusleydis Pérez Estrada, docente de la Educación Técnica Profesional en Manzanillo, para quien enseñar es razón de compromiso “para templar el alma”.
Bajo tal precepto se decidió por la carrera de Licenciatura en Educación, en la especialidad de Contabilidad, que ejerce en el Centro Politécnico José Machado Rodríguez de la ciudad del Golfo de Guacanayabo, con la motivación “de trabajar por las nuevas generaciones”.
“Esta hermosa tarea representa la oportunidad de crecer, aprender y de que nuestros alumnos también lo hagan, desarrollen habilidades que les permitan entender el mundo y contribuir a él. Me satisface que es una obra que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la empatía, para crear ciudadanos más conscientes y comprometidos”.
Han transcurrido dos décadas del comienzo de su tránsito pedagógico formador, y aunque es vívido el recuerdo de aquella etapa en la que alternaba entre los roles de maestra y alumna en las aulas, prevalece la experiencia adquirida en sus dos décadas de labor.
“Reconozco que estudiar es un reto en cada tiempo, y que para el pedagogo es una obligación. El educador tiene que permanecer en estudio constante, no solo porque nos enfrentamos a cambios y adaptaciones curriculares, sino por la necesidad de dar lo mejor a quienes dependen de nuestra guía para conquistar sus metas”.
Por ello su búsqueda de saberes es incesante, y desde abril último obstenta el grado científico de Máster en Ciencias de la Educación, también la categoría de Especialista principal, y prosigue el escudriñar de todo lo que alimente su caudal de conocimientos para esparcirlo a sus frutos.
“Como docente, un alumno representa un mundo de posibilidades. Cada uno es único, con sus propias experiencias, sueños y potencial. Un estudiante es una página en blanco donde escribimos con responsabilidad notas que le guian en su andar en la vida y ayudan a desarrollar su identidad y desarrollo integral.
“Cada interacción con un educando enriquece mi propia experiencia como educadora, creando un ciclo de aprendizaje mutuo”.
Esa es su clave para conquistar a los cientos de adolescentes que en los pupitres de la institución politécnica, que dirige hace cinco años, definen prioridades del mañana.
Mujer de fuerza interior, compromiso, pasión por la enseñanza y coraje, asume “el desafío multifacético de la Educación Técnica Profesional, la lucha contra los estereotipos de género, que pueden desincentivar a las damas a ingresar en campos tradicionalmente masculinos, y el reto de romper barreras para demostrar que las féminas podemos sobresalir en cualquier ámbito.
“Estoy segura que la educación técnica puede empoderar a las mujeres, darnos habilidades prácticas y la confianza necesaria para perseguir nuestros sueños”.
El humanismo, manifiesta, es una virtud con la cual ejerce su liderazgo hace cinco años en el claustro, una directriz para incentivar el esfuerzo de llegar a la meta en el actual período lectivo: la graduación de 114 obreros calificados en ocho especialidades.
Desde el magisterio, la docente manzanillera Yusleydis Pérez Estrada enseña, a decir del Apóstol José Martí, “hábitos dignos y enaltecedores de trabajo, el manejo de las fuerzas reales y permanentes de la naturaleza que aseguran al hombre que lo conoce un sustento permanente y real”. Como ella misma corrobora, “por medio de la educación le ofrecemos a las nuevas generaciones la clave para abrir puertas y construir un futuro mejor”.
