Destacadas personalidades de la historia y la cultura granmense debatieron, este martes en el museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, sobre la significación del incendio de Bayamo, justamente cuando se cumple el aniversario 152 de ese relevante acontecimiento.
La conferencia la inició Aldo Daniel Naranjo Tamayo, presidente de la Unión de Historiadores de Cuba en Granma, quien abordó los hechos relacionados al proceso independentista cubano.
Entre estos destacó las primeras conspiraciones, el alzamiento del 10 de octubre de 1868, la toma de la Ciudad Monumento Nacional 10 días después, y la derrota de las tropas cubanas por parte de las huestes al mando del Conde de Valmaseda, y el posterior avance indetenible de los hispanos hacia Bayamo, ante lo cual los nativos prefirieron calcinar sus propiedades antes de que cayeran- nuevamente- en manos españolas.
Por su parte, Carlos Rodríguez Lora -especialista de Patrimonio- se refirió al simbolismo de la quema en las posteriores generaciones de cubanos, entre los que resaltó a José Martí, quien reseñó en algunos escritos la epopeya de los bayameses.
También incluyó en su relatoría las referencias de Máximo Gómez y Enrique José Varona sobre el sacrificio realizado por la segunda villa cubana, y destacó -además- la novela La Concordia, escrita por Evelio Traba Fonseca y donde alude en varios momentos a este suceso.
Finalmente intervino Ludín Bernardo Fonseca, historiador de la ciudad, quien aunque reconoció que se perdió mucho en esta urbe, tanto arquitectónica como culturalmente, resaltó que no podemos dejar que la nostalgia nos invada, porque a pesar de las pérdidas significó una muestra innegable de patriotismo y del surgimiento de la conciencia de nación.
Asimismo, destacó que este fue uno de los hechos que marcó el largo proceso que atravesamos para que Cuba fuera libre.
“La efeméride que hoy conmemoramos marcó un antes y un después en la historia de Cuba y del mundo, porque pocos pueblos han reducido a cenizas todo lo que con esfuerzo han construido.
“Por eso la celebración de la fecha histórica debe ser un suceso cultural, que tenga cada vez más convocatoria popular y un alcance universal, porque el incendio de Bayamo tiene pocos acontecimientos similares en la historia del orbe”, finalizó Bernardo Fonseca.