Respetar las diferencias

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Por Yelandi Milanés Guardia | 8 julio, 2021 |
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Recientemente vi a un joven cuestionando a un amigo suyo, porque disfrutaba a plenitud comer potaje con pan, a lo cual respondió el destinatario de la censura: ¿Por qué me criticas si tú no logras disfrutar del almuerzo y la comida si no los acompañas con algún refresco?

Evidentemente, el referido suceso es una muestra de que cada persona tiene hábitos y costumbres que para el resto pueden parecer una locura, pero en realidad responden a la diversidad de gustos.

Teniendo en cuenta un principio de la psicología, en el cual se afirma que la personalidad es única e irrepetible –inevitablemente- debemos aceptar que los demás no compartan las mismas preferencias.

Sería un mundo muy aburrido si a todos nos gustara lo mismo o pensáramos igual, lo cual afortunadamente no ocurre, y permite que en nosotros se manifieste también  la diversidad presente en la madre naturaleza. Qué hermoso es ver la multiplicidad de ropas que dan colorido a una fiesta o la alegría experimentada por quienes asisten a una mesa tropical, los cuales pueden escoger entre tantos sabores los más agradables para cada uno.

Otra esfera de la vida en la que debemos respetar las diferencias es en el amor, pues cuando a unos les gustan los y las altas, a otros les apasionan los y las pequeñas.

Mientras unos deliran por seres humanos de pieles claras, el resto de sus semejantes lo hacen por quienes  poseen teces más oscuras.

Las divergencias abarcan campos tan complejos como la política, donde cada país escoge el sistema bajo el cual quiere vivir, pero lamentablemente muchas naciones poderosas quieren imponer a todos su proyecto político, irrespetando el derecho de cada territorio a la libre determinación.

La multiplicidad de aficiones también se extiende a la música, la danza, el teatro, el cine, la pintura, las producciones en el campo automotriz, las nuevas tecnologías y otros ámbitos.

Lo importante es reconocer que nadie es igual a otro y por eso debemos respetar la pluralidad de predilecciones, pues algo tan sencillo como eso puede hacer la diferencia, y evitar las nefastas consecuencias que ha pagado la humanidad a lo largo de la historia, por ver un peligro en lo diverso, cuando realmente ello hace más bella y encantadora la vida.

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