La Habana, – Cuba ratificó hoy su rechazo a los intentos de desestabilización, subversión y guerra mediática del guion de “golpe blando” orquestado por Estados Unidos contra la isla.
Lo que comenzó en la barriada habanera de San Isidro como una protesta de 14 personas, terminó en muestras de la injerencia del Gobierno norteamericano para destruir a la Revolución de la isla, incluidos en el conocido “golpe blando”, señalan autoridades.

La sanción al rapero Denis Solís a ocho meses de privación de libertad por el delito de desacato a un oficial de la policía en ejercicio de sus funciones fue el pretexto utilizado por el grupo para iniciar la supuesta huelga de hambre y sed.

Mientras llamaba el interés internacional, la organización con miembros vinculados a agencias y funcionarios del país norteño hacía de protagonista de una guerra mediática desarrollada principalmente en las redes sociales.

Un comunicado reciente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) sitúa al denominado Movimiento San Isidro como inicio de una etapa de fase aguda de la batalla comunicacional contra la mayor de las Antillas.

Tal enfrentamiento desde el mundo virtual está a tono con los manuales de inteligencia de Estados Unidos, en los cuales una estrategia es generar pretextos para activar sanciones y justificar aventuras bélicas, explicó.

Mientras todo esto sucedía, personas relacionadas con el mundo del arte exigían al Ministerio de Cultura (Mincult) un diálogo, al cual accedió el organismo, pero hubo quien demandó la presencia de participantes en la protesta de San Isidro.

En respuesta, el Mincult declaró su posición de no reunirse con personas o medios “que tienen contacto directo y reciben financiamiento, apoyo logístico y respaldo propagandístico del Gobierno de los Estados Unidos y sus funcionarios”.

Sin embargo, ratificó que siguen abiertas las oportunidades de diálogo con los jóvenes y artistas cuya obra no esté comprometida con los intereses de Washington, afirmó el titular de Cultura, Alpidio Alonso.

Expertos y analistas en la isla consideran tal movimiento y lo generado como señales de la ejecución de un guion de “golpe blando”, mecanismo de intervención extranjera indirecta creado por la Agencia Central de Inteligencia para el cambio de sistema social en países con algún objetivo estratégico para la Casa Blanca.

A ello se suma la reciente convocatoria del Departamento de Estado norteamericano para distribuir, antes de finalizar este año, una nueva asignación millonaria de fondos para programas de subversión contra Cuba.

Frente al actual contexto, el Gobierno, el pueblo y organizaciones de la sociedad civil en la mayor de las Antillas ratificaron el rechazo a la intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos y declararon su respaldo al proyecto socialista de la Revolución.