En materia de innovación el municipio de Media Luna será conocido no solo por ser desarrollada aquí la variedad de caña de azúcar 3-18, ahora se trata de un prototipo de electrobomba fabricada con el 94 por ciento de componentes cubanos.

La inventiva es fruto del ingenio de un joven que lo apuesta todo por desarrollar la agricultura pensando como país.

Riuber Osorio Bargas, electricista de profesión y trabajador por cuenta propia, es el gestor principal del proyecto que en su primera etapa logró el funcionamiento de 12 motores recuperados para el abasto de agua en la agricultura, activos en bases productivas de Media Luna y Pilón.

Mediante una alianza estratégica para el encadenamiento productivo con el centro universitario, el Ministerio de la Agricultura, autoridades gubernamentales, las UEB Motores Tauba de Holguín y los talleres Manuel Piti Fajardo, de Manzanillo, y de servicios agrícolas, de San Ramón, lograron la fundición y maquinado de la primera electrobomba de fabricación nacional (Tauba R-ML).

El equipo, de 3 kilowatts, succiona a 26 pies de profundidad y propulsiona a 30 de altura, capaz de regar más de cuatro hectáreas y su costo es inferior a las existentes en el mercado internacional.

Su correcto uso puede generar rendimientos que superen las siete mil toneladas de alimentos, al decir del Máster en Ciencias Grabiel Dunieski Rosabal Lago, Profesor Auxiliar del Centro Universitario local y asesor del proyecto.

Desde el punto de vista ambiental, favorecerá el reciclaje de desechos metálicos como materia prima esencial para la producción de la electrobomba y el empleo racional de las fuentes de agua disponible en el municipio para el riego de las áreas de cultivo de forma eficiente, sin la combustión de manera directa de combustibles fósiles.

La innovación coloca al territorio a un paso más cerca de la soberanía tecnológica y alimentaria para sustituir importaciones, a partir de la confección a gran escala de la bomba hidráulica para el abasto de agua en la agricultura con insumos nacionales en más de un 90 por ciento y la articulación en el encadenamiento productivo de las entidades participantes.

Según Riuber Osorio Bargas, el proyecto surgió a partir de la escasez de turbinas en el país y la necesidad de mejorar las capacidades productivas locales mediante la innovación tecnológica en el riego agrícola.

Los primeros diseños funcionan en las áreas de Cuchillo, La Platica, Mota, Los Guayos, con más de un año de explotación y resultados similares a las importadas.