Eduardo Chibás: edificador de la Revolución cubana

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Por Gislania Tamayo Cedeño | 16 agosto, 2025 |
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El 16 de agosto de 1951, hace 74 años fallecía una de las figuras más notables de la política cubana en la primera mitad del siglo XX: Eduardo Chibás.

Se perdía a un hombre íntegro, honesto, carismático, capaz de defender con justeza los intereses del pueblo contra la corrupción y la inmoralidad política. Por este motivo se convierte en una figura pública que denunciaba todos los males que agobiaban la sociedad, a través de la prensa escrita y en un programa radial que trasmitía los domingos.

Con 18 años participa en la manifestación del 17 de diciembre de 1925 para exigir la libertad de Julio Antonio Mella. Al ser detenidos por la fuerza pública en el Parque Central se enfrenta a los guardias gritándoles “¡Una Constitución escrita con la sangre de Maceo y Martí debe ser respetada!”

Es expulsado de la Universidad de La Habana por sus actividades políticas como miembro del Directorio Estudiantil Universitario (DEU) contra la prórroga de poderes de Gerardo Machado.

El fundador del Partido Ortodoxo, era el hombre favorito para ganar las elecciones presidenciales de 1952, atacó los gobiernos corruptos, las inmoralidades administrativas, el robo del tesoro público y el daño irresistible de los grandes monopolios.

También proclamó la necesidad de sanear el país y esgrimió como símbolo de combate la escoba, para barrer con la pudrición de aquellos gobiernos entreguistas que sufría el pueblo cubano. Además como lemas tenía «Vergüenza contra dinero» y «Prometemos no robar»

El domingo 5 de agosto de 1951, ante los micrófonos de la emisora radial CMQ mientras dirigía una alocución contra la política deshonesta del presidente Carlos Prío, expresó: “¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es mi último aldabonazo!”. Seguidamente se disparó un tiro.

Once días después fallecía el hombre que hizo firme la frase de José Martí relacionada con el hecho que la palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.

Miles de personas acompañaron hasta el Cementerio de Colón a Eduardo Chibas muestra de un pueblo agradecido a un hombre que representaba la esperanza, ya que toda su vida la había  dedicado a combatir el mal que aquejaba la nación cubana.

 

El 16 de enero de 1959 Fidel vuelve a la tumba de Chibás, a solo quince días de la victoria de la Revolución, y proclamó:

“Sin la ideología, sin los sentimientos, sin la prédica de Chibás, y lo que hizo, sin su civismo y la rebeldía que despertó en la juventud cubana, el 26 de Julio no hubiera sido posible.

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