Manzanillo.- Cubanos y cubanas ofrecen otra vez al mundo la más grande muestra de democracia al ser actores principales de las elecciones generales en la mayor Isla de las Antillas.

Y es que Cuba, desde la pequeñez de su superficie se alza en la grandeza de un sistema socialista que ubica en el centro la  participación entusiasta, colectiva y consciente de sus hombres y mujeres, como clave  de éxito del primer paso de unos comicios en los cuales todos proponen y elijen.

El de 2017  es el primero con la ausencia física, pero presencia y guía permanente del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, máximo inspirador de procesos transparentes y seguros.

Son pocas las personas  que en el mundo tienen la posibilidad de proponer  y nominar, abierta y directamente en reuniones públicas, a los candidatos a delegados de circunscripción, en una manifestación de profunda democracia y de enorme responsabilidad.

Evidencia existen muchas como las de un mensajero del hospital Celia Sánchez que por diez mandatos es delegado municipal; una auxiliar de limpieza en Campechuela también representa a su comunidad en el Poder Popular o el popular Teobaldo de la Paz, recogedor de desechos sólidos en Bayamo que ocupó un asiento en el Parlamento cubano.

Este proceso es  aún más complejo porque se desarrollarán dos procesos en paralelo los cuales deben observar calidad y apego a la Ley Electoral; tal y como ha sucedido hasta ahora; de ahí que la preparación de las autoridades electorales es esencial para concretar todos los propósitos.

En Manzanillo se prevén hasta el 30 de septiembre unas 463 asambleas de nominación de candidatos y candidatas a delegados del máximo órgano del Poder Estatal local.

Otra vez los residentes en esta tierra confirmarán su irrestricta decisión de preservar la democracia y soberanía de una pequeña isla que tiene en la inmensidad de su ejemplo democrático, la razón para continuar haciendo Revolución y Socialismo.