
La provincia de Granma celebrará con jornadas de trabajo voluntario el aniversario 33 de la creación del programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en todos sus organopónicos y huertos intensivos durante este sábado.
El acto central será en áreas de la Unidad empresarial casas de cultivos protegidos Tocororo, de Bayamo, recién construida y que busca potenciar la obtención de alimentos, teniendo en cuenta que estas instalaciones incrementan la productividad cuatro o cinco veces, con relación a campo abierto.
El territorio cuenta con 13 UEB granjas urbanas en igual cantidad de municipios con 490.47 hectáreas en producción de hortalizas y condimentos frescos, además de fincas de semillas y tiendas consultorios del agricultor, las cuales permiten la comercialización entre otros de frutales y plantas ornamentales; la asesoría técnica y otros insumos.
Aquí se trabaja en el completamiento de los 10 metros cuadrados por habitante con la recuperación de más 712 hectáreas; el incremento de ocho mil nuevos patios y parcelas, al concluir este 2020 con un amplio movimiento desde los barrios para consolidar los resultados en la producción de alimentos sanos y nutritivos.
Saludos Farrel y foristas que siguen las páginas de la prensa, que bueno que nos encaminemos a lograr que la agricultura urbana llegue a complementar la entrega de hosrtalizas, vegetales, condimentos y otros productos frescos, que tanta falta están haciendo en la mesa de los granmenses; es preciso que los organopónicos y huertos intensivos estén en producción todo el año y que su producción sea comercializada, como hace unos años en los propios lugares y no a través de revendedores que lo que hacen es subir muchas veces el valor por encima del precio del productor y consecuentemente encarecer la vida del granmense; igualmente espero que en esta ocasión tenga fijador pues las altas y bajas producen baches que se hacen sentir en la mesa; creo que uno de los problemas más serios de la agricultura en nuestro territorio es ese, el fijador, hace unos años atrás comer hortalizas, vegetales, frutas, viandas de muchas variedades no constituía un problema, hoy encontrarlos es igual que el agua en el desierto, por ello los precios han ido galopando por encima de los ingresos y si no resolvemos esos problemas malograremos las medidas del ordenamiento que emprendemos. Sueño con el trabajo suyo Farrell en el que se evalúe no las perspectivas sino los resultados productivos puestos en placitas, mercados, huertos, organopónicos que satisfagan la nutrición sana a la que aspiramos todos.