La Habana-. Ya Santiago de Cuba es Fidel, y una vez más rinde tributo a su líder al paso de la caravana que traslada los restos mortales del Comandante en Jefe, quien desde el balcón del antiguo ayuntamiento anunció al mundo que Cuba era libre.
Santiago de Cuba es una ciudad privilegio, pues Fidel no solo llega hoy a su predios, sino que se queda por siempre, junto a los grandes generales y combatientes por la libertad de la patria, con el fusil en alto defendiendo a la Revolución.
Calles y avenidas se levantan y abren paso al Comandante, y con fervoroso patriotismo se levantan voces, le dicen al Comandante que nunca morirá, que les diga a los cubanos que otra cosa tienen que hacer; es Santiago de Cuba, no os asombréis de nada.
Honor y gloria a Fidel desde el Parque Céspedes en Santiago de Cuba 
La Habana-. La caravana con las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz llegó a la sede del gobierno de la ciudad de Santiago de Cuba, en el Parque Céspedes, donde un mar de pueblo recibió al líder con banderas cubanas y brazaletes del 26 de julio.
Tras recorrer numerosos barrios de la ciudad heroica, el cortejo se detuvo en el centro de la urbe, y una enorme pantalla mostró a Fidel en histórica alocución, en la cual resaltó la patriótica trayectoria de los santiagueros, y les agradeció su fervor y entrega a la Revolución.
¡Yo soy Fidel! Gritó el mar de pueblo en sentido tributo al líder, tras entonar las notas del Himno Nacional.
Allí se reunieron también los Cinco Héroes, autoridades de gobierno del territorio, pioneros, militares, trabajadores, amas de casa y todos los revolucionarios que acudieron a mostrar su respeto al eterno Comandante en Jefe.
Pasaron cenizas de Fidel cerca de antigua cárcel donde estuvo 
Santiago de Cuba-. Cuando el cortejo fúnebre con las cenizas de Fidel pasó y se detuvo en el parque Carlos Manuel de Céspedes, de esta ciudad, lo hizo a pocos pasos de la antigua cárcel VIVAC, donde el líder histórico fue detenido por el ataque al cuartel Moncada.
Ese lugar fue la salvación de muchos combatientes del 26 de julio de 1953, entre ellos Fidel, al ser una institución civil, ya que de haber sido militar corrían el peligro de ser asesinados, como sucedió con algunos de sus compañeros.
Allí estuvo algunas horas luego de ser apresado por el teniente Pedro Manuel Sarría, oficial que con actitud digna y valerosa exigió a los soldados bajo su mando respetar la vida del luchador.
En visitas realizadas al lugar, la moncadista Melba Hernández solía recordar los momentos de angustia vividos en el VIVAC por ella y Haydée Santamaría, al no saber de Fidel después del asalto, pues se decía que estaba muerto.
Cuando desde la celda que ambas ocupaban en el segundo nivel lo vieron llegar el primero de agosto de 1953, fue como un rayo de luz y la esperanza de continuar la lucha para honrar a los mártires de esa heroica gesta.
Aproximadamente a las seis de la tarde del propio día, Melba y Haydée fueron conducidas a la cárcel provincial de Oriente (conocida como Boniato), en el mismo vehículo que a Fidel, un Buick 1950, de color gris y verde botella.
El VIVAC fue la primera cárcel pública de Santiago de Cuba y en sus celdas guardaron prisión personalidades de la historia como Perucho Figueredo, Frank País, su hermano Josué y otros muchos patriotas.
Hoy la edificación de arquitectura colonial alberga las oficinas del Archivo Histórico Provincial y del Historiador.
Fidel acampó en la plaza de Maceo
La Habana-. La Plaza de la Revolución Antonio Maceo recibió en histórica jornada los restos mortales del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien hoy será homenajeado en un acto solemne.
Es la simbólica acogida del Titán de Bronce en Santiago de Cuba, cuna de la Revolución y sagrada tierra que empujó a sus hijos a la gloria de las guerras por la independencia.
Los héroes viven allí donde haya un hombre presto a luchar, a continuar, y ese es el legado de Maceo y Fidel que juran los santiagueros, como todos los cubanos, perpetuar.
En la Plaza de la Revolución Antonio Maceo se realizará hoy un tributo póstumo al Comandante en Jefe, acto que presidirá el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y al cual asistirán mandatarios y personalidades de diversas partes del mundo.
Recibieron a Fidel en reparto Chicharrones, “la Sierra chiquita”
Santiago de Cuba-. Con una profunda emoción y expresiones de dolor, los moradores del reparto Chicharrones, de la ciudad de Santiago de Cuba, recibieron hoy la caravana que traslada las cenizas de Fidel Castro durante su recorrido por la urbe indómita.
Entre lágrimas y fuertes exclamaciones de ¡Yo soy Fidel! y ¡Viva Fidel!, quienes viven en esa popular barriada y las comunidades aledañas acogieron al líder durante su último paso por ese sitio, que por sus notables aportes a la lucha insurreccional conducida por el Movimiento 26 de Julio, fue nombrado “la Sierra chiquita”.
Rafael Pérez, uno de los vecinos que abandonó su casa para rendir homenaje al Comandante, comentó que jamás olvidará ese momento en el que sus restos recorrieron el reparto que tanto lo amó y lo apoyó durante la gesta revolucionaria, un barrio marginado antes del triunfo de enero de 1959 y que fue testigo de la tortura de muchos jóvenes clandestinos.
Para mí Fidel es lo más grande que pudo haber existido en este mundo; nací con la Revolución y todo se lo debo a él, por lo que esto no es una despedida definitiva, es solo el regreso a Santiago, una tierra de la cual salió victorioso en 1959 y a la cual vuelve como siempre, invicto y amado por el pueblo al cual hizo digno, manifestó Pérez, sin ocultar sus lágrimas ante la conmoción.
Mientras, Deysi Quiala señaló que este tres de diciembre es una jornada histórica, que pese al transcurso de los años será recordada de generación en generación, pues el paso de esa caravana corona la historia revolucionaria de una comunidad que ha sido transformada con la obra humanista del Comandante en sectores como la salud y la educación.
Fue un recorrido de marcado simbolismo, aseguró, porque significó el retorno por última vez del guerrillero a esta Sierra pequeña, que tantos hombres y mujeres dignificó cuando marcharon hacia las montañas para luchar junto a él, cuando escondieron en sus casas a los clandestinos, cosieron brazaletes, guardaron armas, cuando unidos, enfrentaron a la tiranía de Fulgencio Batista para que ningún otro joven fuera asesinado aquí.
Cuando la urna con las cenizas pasó frente a mí quedé muda, fueron demasiadas emociones juntas; solo me puse la mano sobre el corazón, porque es ahí donde llevo a Fidel, lo amé en vida y siempre lo haré, con su partida el 25 de noviembre yo perdí a un padre, declaró Quiala.
Emotivo fue el instante en el que la caravana pasó por el parque de Chicharrones, el sitio más céntrico de allí, donde ante el majestuoso ondeo de una gigante bandera cubana los vecinos, muchos congregados en las aceras y otros sobre las azoteas de sus viviendas o en cualquier lugar que les permitiera observar todo con claridad, gritaron consignas que inmortalizaban al líder.
Próximo a ese parque se encuentra una tarja que marca el sitio donde el 22 de octubre de 1957 fue salvajemente torturado y ultimado por sicarios de Batista el joven revolucionario Armando García Aspurú, quien fue asesinado para escarmiento de sus compañeros de lucha y, sin embargo, se convirtió en símbolo y un motivo más para proseguir la causa impulsada por Fidel desde la Sierra Maestra.
Jornada de dolor y de silencio en Santiago de Cuba
Santiago de Cuba-. Trocha, Garzón, Carretera del Morro, con banderas cubanas y del 26 de Julio a mediana altura mantienen todo el tiempo los ojos fijos en el cortejo fúnebre del hombre que llegó a la gloria sin olvidar sus orígenes.
Desde su muerte, el pasado 25 de noviembre, la ciudad convirtió su colección de sonidos en necesario silencio, duelo, consternación, reverencia.
Apegada a su historia Santiago de Cuba demuestra que sabe resguardar en su corazón el ejemplo de sus hijos que calan fuerte en sus fibras, hoy en un mar apretado de cuerpos y gestos dando razón a su existencia en calles por donde pasan sus héroes, al decir del poeta.
Hay lágrimas en los rostros, se llevan ropas rojas, negras, azules, brazaletes del Movimiento 26 de Julio, pechos con medallas, abiertos y bien extendidos los brazos, agitados los corazones de niños, lento el saludo de los ancianos, pero con la certeza de seguir su ejemplo para hacer realidad su legado.
Fue despedido hacia lo eterno ante el antiguo Ayuntamiento santiaguero, el mismo balcón que supiera de sus pasos barbudos el primero de enero de 1959, junto a Raúl, Almeida y sus hermanos de la guerrilla.
Otra vez la Plaza de Marte y Chicharrones, entonces Santo Tomás, Aguilera y Moncada de frente a la Posta tres, del otrora cuartel Moncada como en la madrugada de julio de 1953, y los pioneros reviven el poema Era la mañana de la Santa Ana, como es tradicional en los asaltos simbólicos.
Marchan todos hacia la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, hacia donde transita la leyenda -diría un joven médico-, la llama eterna está encendida y el ademán gentil de la figura ecuestre del Titán de Bronce convida.
Y un Fidel que vibra en las montañas, convidó la voz del pueblo trayendo las hermosas notas devenidas himno en las más grandes alturas de su amada Sierra protectora.
Atrás quedó la misma Carretera Central que le vio con firmeza al frente de sus tropas, Baire, Contramaestre, Palma Soriano, El Tamarindo, Río Frío, El Cobre, Melgarejo y con el saludo en los intrincados parajes el sombrero en alto del anciano que lejos de su morada y muy lento llegó a la orilla de la calzada.
Tenía que venir y despedirlo porque a él le debo todo, mientras con la mano apretada al pecho la joven maestra afirmó que a sus estudiantes les hablará siempre del ejemplo de Fidel.
Pasan solo ocho días de su ausencia. Victorioso sobre la muerte y cubierto de afectos se apresta otra vez el Comandante en Jefe a realzar sus ideas y buenos sentimientos, en el bendito camposanto, donde le esperan Martí, los mártires de la nueva generación y otros próceres de la Patria.
Son horas de apretado abrazo con el pueblo, a quien amó y que le devuelve de la mano del tributo a su lugar en la historia.
No te hemos perdido, siempre estaras para todas las personas que amamos la paz y el progreso social. Hasta siempre querido Comandante.
Mi Santiago no le dio un adios a mi comandante,sino un BIENVENIDO comandante y amigo. En cada santiaguero hay un Fidel VIVO.