Terminado el período vacacional, las entidades granmenses, como todo el andamiaje empresarial cubano, tienen ante sí el desafío de enfrentarse a una etapa en la que es imprescindible una doble mirada: por una parte ajustar en detalles lo que les resta del plan del 2015, y por otra, precisar como echarán a andar bien, desde el principio, sus compromisos del venidero año.

Desde hace mucho tiempo el país exige de los empresarios esa suerte de fusión de pensamiento presente y perspectivo, si conocemos que los primeros meses de cada año se han caracterizado hasta ahora por un poco de incertidumbre sobre qué se va  a hacer y con qué recursos.

La situación real de la economía nacional y el proceso de actualización en el cual está inmersa, conllevan ineludiblemente a esa constante proyección, pues no nos podemos darnos el lujo de ser insuficientes ni un solo mes, y mucho menos pensar que lo que no se cumpla en una etapa será recuperable en la siguiente.

En el primer  semestre, como se ha informado, el  sistema empresarial en el país generó un crecimiento de 4,7 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), comparado con igual etapa precedente.

El ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge, señaló que otros parámetros económicos como las partidas de ingresos y de gasto del presupuesto del Estado se mantuvieron equilibradas, lo cual permitió que el déficit fiscal no excediera más allá de lo planificado.

Expuso que los servicios sociales se mantienen según lo previsto, y que la inflación también se manifestó en los rangos pronosticados, y oscilará este año entre tres y cinco por ciento.

Sin embargo, por más recurrente que parezca, es preciso recordar que las reservas  de productividad y eficiencia siguen siendo infinitas tanto en el territorio nacional como en nuestro entorno inmediato.

Aquí, por ejemplo, en el propio primer semestre se incumplieron algunos párrafos en la ejecución del presupuesto, como la venta liberada de determinados bienes y productos de industrias varias.

Es importante señalar que los ingresos personales, en los cuales participan en Granma unos 21 mil 600 trabajadores por cuenta propia, se han duplicado con respecto al año precedente, con el aporte de alrededor de 13 millones de pesos más, pero, la empresa estatal socialista es la que determina en los resultados generales del territorio, con marcada influencia del sector del Comercio.

Siendo así, toca al sistema empresarial ajustar recursos y acciones para que este segundo semestre concluya con dividendos adecuados, y arranque bien el 2016, desde el propio mes de enero.