El papa Francisco expresó nuevamente su solidaridad con las victimas del terremoto de magnitud 6,2 que azotó el centro de Italia el pasado miércoles, y anunció, después del tradicional rezo del Ángelus, que “apenas sea posible” se trasladará a la zona.
“También yo espero ir a encontraros, para llevaros personalmente al apoyo de la fe y de la esperanza cristiana”, dijo este domingo el sumo pontífice.
Desde el balcón del palacio apostólico, Francisco manifestó a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro su “cercanía espiritual con los habitantes de la región del Lacio, Las Marcas y Umbria, duramente golpeados por el terremoto de estos días”.
Asimismo, agregó que piensa “en especial en la gente de Amatrice, Arquata del Tronto, Norcia. De nuevo digo a esas queridas poblaciones que la Iglesia comparte su sufrimiento y sus preocupaciones, y reza por los difuntos y por los supervivientes”.
Por último, el pontífice declaró que “la diligencia con la que las autoridades, las fuerzas del orden, protección civil y voluntarios están operando demuestra lo importante que es la solidaridad para superar pruebas tan dolorosas”.
En contexto
- El terremoto, que el pasado miércoles devastó extensas zonas de la región central del país, dejó un saldo preliminar de 290 muertos y 388 heridos.
- El sismo principal tuvo una magnitud de 6,2 grados con epicentro situado cerca del valle del Tronto entre los municipios de Accumoli, Amatrice (Rieti) y Arquata del Tronto (Ascoli Piceno).
- El temblor de tierra y un número de réplicas se sintieron en gran parte de la Italia central, incluyendo Roma, Nápoles y Florencia.